TAI CHI CHUAN
TAI CHI CHUAN
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1. Mejora la fuerza muscular
Aunque no lo parezca, los movimientos lentos del tai chi ayudan a mejorar la fuerza muscular como lo haría un entrenamiento con pesas. Además, mejoran el andar y alivian el dolor en personas que sufren padecimientos crónicos, como cáncer y artritis. Estos movimientos son especialmente adecuados para adultos mayores con múltiples enfermedades.
2. Aporta energía vital
En el tai chi se habla de la energía como “Qi” o “Chi”, tal como se le denomina en el Taoísmo filosófico.Según esta disciplina y la medicina tradicional china, la energía debe fluir por el cuerpo libremente, pero también hacerlo por las vías correctas. Si esto no sucede, es cuando aparecen las enfermedades y los dolores, es decir, el Qi está bloqueado.
2. Aporta energía vital
En el tai chi se habla de la energía como “Qi” o “Chi”, tal como se le denomina en el Taoísmo filosófico.Según esta disciplina y la medicina tradicional china, la energía debe fluir por el cuerpo libremente, pero también hacerlo por las vías correctas. Si esto no sucede, es cuando aparecen las enfermedades y los dolores, es decir, el Qi está bloqueado.
Los lentos y suaves movimientos del tai chi están diseñados para desbloquear el Qi y activar ese flujo de energía. Cuando esto sucede, se logra un mayor bienestar en los músculos, en el aparato respiratorio, en el circulatorio, etc. De esta forma, nuestro organismo se fortalece ante las enfermedades.
3. Se fortalecen las extremidades superiores e inferiores
La práctica del tai chi se realiza de pie. Los brazos se usan para realizar los movimientos que van gradualmente de simples a complejos. En estos movimientos se trabajan las articulaciones, lo que las fortalece, las oxigenan y tonifican. Asimismo, previene la pérdida de masa muscular, que aumenta su declive a partir de los 40 años.
4. Mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular y respiratorio
Los movimientos suaves y progresivos del tai chi fortalecen los sistemas cardiovascular y respiratorio. Esta disciplina combina movimientos dinámicos con pausas, lo que ayuda a disminuir la frecuencia cardiaca, pero aumentando la circulación. Al basar estos movimientos en la respiración, la práctica de esta disciplina aumenta la capacidad respiratoria, lo que oxigena al cerebro.
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